Me gustaría recomendarles la exquisita exposición “Radical Geometry” en
la Royal Academy of Arts que aun podéis ver hasta el 28 de septiembre.
Si bien se trata de una exposición bastante pequeña, estoy segura de que
os impactará. Como bien indica su nombre, en ella se exhibe trabajos cuyo
motivo principal es la geometría. Añadiría que no de todas las figuras geométricas,
principalmente podemos ver la geometría del cuadrado y sus derivados. Es una
exhibición donde abunda las líneas y se ven pocos círculos. Claro está, las
obras expuestas reflejan un tiempo muy importante en la historia de los países
sudamericanos en los que se centra la exposición: Venezuela, Argentina, Uruguay y Brasil. El
tiempo en que estos países comenzaron industrializarse y a prosperar
economicamente debido al hayazgo de nuevas fuentes minerales y combustibles a
partir de los años 20 en adelante. Refleja la industrialización como revolución
rectilínea y vertical.
Una de las obras que me llamó la atención precisamente porque incorpora
el círculo, o más bien, el semicírculo, es la escultura del brasileno Franz
Weissman “Neo-Concrete Column 57” construcción a base de cuadrados y semicírculos.
O diría que se trata de una construcción a base de formas que no son ni
cuadrados, ni círculos. Impresionante.
Primeramente destaca la fuerte
influencia de artistas europeos como Mondria y Miró en la mayoría de las obras como
las del argentino Juan Melé, además de los impresionistas Picaso y Braque como
se ve en la obra “Constructive Composition” 16, 1943 de Joaquín Torres-García.
También se pueden apreciar otras características intereseantes comunes
entre las obras como el movimiento, que se refleja en algunas como la del,
también brasileno, Hélio Oiticica “Metaescheme” 1957 en la que su juego entre
las diferentes proporciones de sus cuadriláteros y su colocación produce ciertamente
una sensación de movimento de éstas en
el lienzo.
Otro de los elementos que he notado en alguna de las obras es el efecto 3D.
Evidentemente me tengo que referir a una de las obras estrellas de la exhibición,
sin quitar mérito a las otras, que como ya he dicho, son todas fantásticas. Se
trata del venezolano Jesús Soto “Nylon Cube 1990” que no solamente es sorprendente por la
geometría y linialidad de todas esas cuerdas de nylon suspendidas formando un
cubo translúcido a la vez que futurista como sacado de una película de ciencia
ficción, sino por el color que les ha dado a cada una de ellas componiendo un
cubo en su interior en 3D.
Otras obras interesantes por el color y este efecto 3D es el luminoso
Physichromie n. 500 1970 del venezolano Carlos Cruz-Diez. Finalmente, recomendaría una buena mirada a la
obra de Jesús Soto “Double
Transparency “ 1956 por su bella composición de líneas en superficies
transparentes o translúcidas que se superponen jugando con, una vez más, el movimiento
y la sombra que estas líneas producen al ojo del espectador.